La reina Isabel II, la monarca con más años de servicio de su país, cuyo reinado de siete décadas sobrevivió a los cambios tectónicos de la sociedad posimperial británica y superó los sucesivos desafíos planteados por las elecciones románticas, los errores y los embrollos de sus descendientes, murió el jueves en el Castillo de Balmoral, su retiro de veraneo en Escocia. Tenía 96 años.